sábado, 4 de julio de 2015

Art 31

Se me presentó, así, desnuda pidiendome un desayuno austero y un abrazo en cuanto pudiera; una represa en el rio de la vida, me encausa de risas hacia el mar, hecha visón haciendo el ridiculo sin importarle nada, de un temperamento aturdidor, de como la entendía y la odiaba, hasta haciendo tangible mis empresas exploradoras de las perversiones aún no cumplidas
se podría dibujar en un silencio en mi vida, una redonda.
La mas apacible de los mecedores sonidos del agua no alcanzaban la tierna frecuencia de su corazón.
Es el calor confortable de las siestas en los autos mientras se viaja lejos.



Un sol aparece entre la neblina, de un origen muy distinto al mío, emocionalmente fulvurante, se acepta con ritualidad y entereza. Duele cuando duele, no acepta la derrota hasta el extremo de empeñar su vida cuando no la llega a entender, de una belleza comun pero al contacto esta electrocuta mis ojos ala orden de su voz.
Tiene la mente hirviendo de frialdad, esa de defenderte a pura empatía, rompiendo todo.
Un alma esperando a que se estrellen sin retorno con su luz, una bruja que ama la risa, buscando el final del chiste final mientras se ríe, búsquese una antorcha amigo, que lo divino de su esencia es algo que no se puede observar en la oscuridad, si te conformas con olerlo, saborearlo y tocarlo, seras otro murcielago más de los guardianes de su cripta.